VALENTINO

Peter Mont

Valentino es una marca refinada y dirigida a un sector en particular, pero aún cuando el visitante no es un cliente potencial, vale la pena contemplar las creaciones de mano de excelentes maestros que plasman la belleza del color, lo práctico, lo elegante y lo moderno. Los bolsos de Valentino son como cuadros del Louvre, y el personal es muy agradable y accesible, lo cual hará de la visita un recuerdo memorable que podremos acompañar con un expresso italiano.

Ignacio Pardo

Atención exquisita. El producto esperado.

Sara Saitz

Con el calor que hace en Madrid te hacen hacer cola en la calle no te dejan entrar hasta que no sale un grupo de personas ni que la tienda estuviera a rebosar (yo estaba sola) muy mal trato por parte del seguridad. Le pedí amablemente que me dejara entrar por el calor y me dijo: NO y si viene alguien le dices que ya no atendemos que estamos a punto de cerrar (19.30h de la tarde) así que no te quejes que eres una privilegiada. Me parece de ser un maleducado y que lo permitan en la tienda ya peor...Y eso no es todo, después de estar desde las 19.30h en la cola cuando entro me permiten entrar digo lo que quiero (dos cinturones) otra chica me los saca y al ir a pagar la chica de caja dice está cerrado es que has venido ya muy tarde. Porqué no lo avisan? Y dejan que la gente haga cola en la calle con el calor etc soy clienta pero no pienso volver eso lo garantizo, al final es normal que la gente solo quiera comprar online, vas a una tienda de lujo a gastarte 1000 y te tratan así. Se nota que les da igual si venden. En fin una y no más.

Ana Alvarez Morin

Trato horroroso. Faltaban 15 minutos para el cierre de la tienda y no me dejaron entrar alegando falta de personal para atenderme, cuando estaban dos personas echándome en la puerta. A pesar de indicarles que solo quería llevarme unas sandalias que no tenia ni que probarme, no hubo forma y me tuve que marchar después de recibir un trato pésimo. Increíble que en una firma de lujo el trato sea tan lamentable. Una lástima que no se den cuenta de que en unos años estas tiendas desaparecerán por la presión del comercio online y la pésima experiencia que suponen para el cliente.