CMG Psicólogos - Psicólogo sanitario en Madrid (Retiro)

Lo más habitual y recomendado es que las sesiones sean semanales, si bien es cierto que por lo general, a medida que se va progresando y se van alcanzando los objetivos terapéuticos, las sesiones se suelen ir espaciando. Primero pasan a ser quincenales y después mensuales, hasta que se decide que el proceso terapéutico ha terminado.

Depende una vez más de la complejidad del problema, de su duración, de su intensidad... Cuándo lo estamos pasando mal es normal querer dejar atrás el sufrimiento lo más rápido posible, sin embargo, la terapia es un proceso de aprendizaje más. Durante las sesiones se trabaja la forma de afrontar ciertos pensamientos, situaciones y emociones, pero luego hay que “entrenar”, es decir aplicar lo trabajado en el día a día fuera de la consulta, ver las dificultades que aparecen, los aspectos a mejorar... y esto es lo que puede llevar cierto tiempo.

Los intervinientes son aquellas personas que se dedican a velar por la seguridad y salud de los demás. Entre ellos se encuentran los sanitarios, los trabajadores sociales, emergencistas (ya sean sanitarios, bomberos, protección civil...), cuerpos de seguridad del estado... Sus familiares directos también tienen derecho a los descuentos.

Cada terapia es única, y aunque la mayoría compartan una estructura similar, es imposible decir a ciencia cierta cuánto va a durar. El objetivo de la terapia es que adquiramos nuevas habilidades para gestionar nuestras emociones y conducta en la dirección deseada, por lo que la terapia no debería ser algo de por vida: el objetivo de un psicólogo es que sus pacientes no le necesiten. Por otro lado, los estudios apuntan a que de media, las terapias cognitivo-conductuales (las terapias con mayor evidencia científica), duran entre 3 y 12 meses.

Lo más habitual y recomendado es que las sesiones sean semanales, si bien es cierto que por lo general, a medida que se va progresando y se van alcanzando los objetivos terapéuticos, las sesiones se suelen ir espaciando. Primero pasan a ser quincenales y después mensuales, hasta que se decide que el proceso terapéutico ha terminado.

Depende una vez más de la complejidad del problema, de su duración, de su intensidad... Cuándo lo estamos pasando mal es normal querer dejar atrás el sufrimiento lo más rápido posible, sin embargo, la terapia es un proceso de aprendizaje más. Durante las sesiones se trabaja la forma de afrontar ciertos pensamientos, situaciones y emociones, pero luego hay que “entrenar”, es decir aplicar lo trabajado en el día a día fuera de la consulta, ver las dificultades que aparecen, los aspectos a mejorar... y esto es lo que puede llevar cierto tiempo.

Los intervinientes son aquellas personas que se dedican a velar por la seguridad y salud de los demás. Entre ellos se encuentran los sanitarios, los trabajadores sociales, emergencistas (ya sean sanitarios, bomberos, protección civil...), cuerpos de seguridad del estado... Sus familiares directos también tienen derecho a los descuentos.

Cada terapia es única, y aunque la mayoría compartan una estructura similar, es imposible decir a ciencia cierta cuánto va a durar. El objetivo de la terapia es que adquiramos nuevas habilidades para gestionar nuestras emociones y conducta en la dirección deseada, por lo que la terapia no debería ser algo de por vida: el objetivo de un psicólogo es que sus pacientes no le necesiten. Por otro lado, los estudios apuntan a que de media, las terapias cognitivo-conductuales (las terapias con mayor evidencia científica), duran entre 3 y 12 meses.